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Redactado por: Redacción Espacio Asesoría
23 de mayo de 2018

Agravamiento de ceguera preexistente: No es gran invalidez

El TS considera que la situación clínica padecida por el actor ya exigía la ayuda de tercera persona con anterioridad al ingreso en el mundo laboral por lo que la misma no ha de ser tenida en cuenta a efectos de la configuración de la nueva situación protegida que se produce como consecuencia exclusiva de la pérdida de la capacidad de trabajo que hasta entonces presentaba el trabajador. El reconocimiento por agravación de las lesiones previas de una incapacidad absoluta para todo trabajo impide, por tanto, la declaración de la gran invalidez, sin que tal agravación tenga ninguna incidencia a los efectos invalidantes.

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La cuestión a resolver consiste en determinar si corresponde la declaración de Gran Invalidez a la situación de un trabajador, agente vendedor de cupón de la ONCE, que con anterioridad a su alta en el Sistema de Seguridad Social presentaba patologías que ya eran merecedoras de su consideración como necesitado de ayuda por parte de otra persona.

Entiende el alto Tribunal que una persona que pueda ser considerada ciega, por estar indiscutidamente dentro de las categorías de alteración visual que dan lugar a la calificación de ceguera, bien por padecer ceguera total o bien por sufrir pérdida de la visión a ella equiparable (cuando, sin implicar uña absoluta anulación de la misma, sea funcionalmente equiparables a aquélla) reúne objetivamente las condiciones para calificarla en situación de gran invalidez.

Es claro que el invidente en tales condiciones requiere naturalmente la colaboración de una tercera persona para la realización de determinadas actividades esenciales en la vida, aunque no figure así en los hechos declarados probados de la correspondiente resolución judicial, no requiriéndose que la necesidad de ayuda sea continuada.

La tradicional interpretación del artículo 136.1 LGSS (actual artículo 193.1)  de que las reducciones anatómicas o funcionales de carácter genético o que, sin tenerlo, se han producido antes de la afiliación o alta del trabajador no pueden ser tomadas en consideración para causar protección por Incapacidad Permanente. De tal manera que aquellas lesiones o enfermedades que se padecieran con anterioridad al alta en la Seguridad Social no han de tener incidencia en la valoración de una invalidez permanente, pues en caso de que existan algunas invalidantes del trabajo, la misma Seguridad Social tiene sistemas de protección o prestaciones para subvenir a esas situaciones o contingencias, como son las atenciones a las personas con discapacidad.

STS Sala 4ª de 17 abril de 2018. EDJ 2018/57853

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Agravamiento de ceguera preexistente: No es gran invalidez

El TS considera que la situación clínica padecida por el actor ya exigía la ayuda de tercera persona con anterioridad al ingreso en el mundo laboral por lo que la misma no ha de ser tenida en cuenta a efectos de la configuración de la nueva situación protegida que se produce como consecuencia exclusiva de la pérdida de la capacidad de trabajo que hasta entonces presentaba el trabajador. El reconocimiento por agravación de las lesiones previas de una incapacidad absoluta para todo trabajo impide, por tanto, la declaración de la gran invalidez, sin que tal agravación tenga ninguna incidencia a los efectos invalidantes.

23/05/2018
Redactado por: Redacción Espacio Asesoría
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