El estudio, elaborado por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, apunta que "a medida que las ganancias de empleo se han extendido a más sectores, el crecimiento ocupacional ha ido ganando intensidad".
Concretamente, el aumento interanual de la ocupación se ha ido elevando desde el 2,9% de los dos primeros trimestres del año al 3,1% del tercero.
Al mismo tiempo, la rama del textil, cuero, calzado, madera y corcho ha experimentado un incremento de la ocupación del 12,5%, seguida de la metalurgia y fabricación de productos metálicos (+9,3%), industrias extractivas, energía, agua y residuos (+8,9%), maquinaria y equipos (+8,3%), química y farmacéutica, caucho y materias plásticas (+7,5%) o las industria del papel, artes gráficas y reproducción de soportes grabados (+7,4%).
Pero no son éstos los únicos avances que explican la mayor robustez de la creación de empleo, según el informe de Manpower. En el tercer trimestre del año, la nueva ocupación ha afectado por igual a hombres y mujeres, mientras que el empleo inmigrante, un colectivo que fue notablemente más castigado por la destrucción de empleo, ha crecido por encima del nativo.
Del mismo modo, el informe señala que "el que los ocupados con estudios bajos presente ya avances (+2,5%) refuerza esta tendencia de robustez de fondo, aunque su aumento sea inferior al de los ocupados con estudios medios (+4,7%)".
Más aún, los empleos creados en el último año también reflejan un avance mucho más intenso del empleo asalariado que del no asalariado. En este caso, el informe insiste en que "el que en los últimos trimestres sea la ocupación asalariada la que explique el grueso del nuevo empleo debe considerarse como un indicador de la fortaleza de fondo de la actual fase de aumento del empleo".
"En definitiva, un empleo basado en los servicios privados y la industria, y un aumento del empleo asalariado del 3,7%, son la mejor combinación para garantizar un crecimiento sostenible de la ocupación a medio plazo", añade Manpower.
Por otro lado, el informe indica que donde todavía no se ha dejado sentir el aumento del empleo es en la ocupación de los más jóvenes, aquellos entre 16 y 34 años.
En cifras, frente al avance interanual del 3,1% del total del empleo en el tercer trimestre del año, los empleados entre 35 y 64 años han incrementado su ocupación sensiblemente por encima de la media, un 4,3%, mientras que los jóvenes de 16 a 34 años presentan una muy ligera reducción del 0,2%.
En cualquier caso, el informe concluye que "a pesar de su contracción, el cambio en la tendencia del empleo de los más jóvenes es notable, pudiendo anticipar su propia incorporación a la mejora ocupacional".
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