En un comunicado, la PMcM también pide reducir el tipo de interés aplicable a las operaciones de aplazamiento de pago tributario por parte de pymes y autónomos, que en la actualidad está fijado en el 5%, y modificar este tipo fijo por uno que sea el euríbor más un diferencial razonable cuando se pueda demostrar que las facturas a las que se refiere el aplazamiento no han sido cobradas en el plazo máximo legal establecido.

Asimismo, defiende, basándose en el principio de inversión del sujeto pasivo, que el obligado tributario pase a ser el cliente receptor del bien o del servicio cuando no se haya efectuado el pago de la entrega y se haya excedido el plazo máximo legal de pago o cuando en la declaración de IVA se haga constar la lista de clientes morosos que cumplan con el requisito anterior y para los cuales se haya reclamado el pago mediante requerimiento notarial.

En estos supuestos, añade la plataforma, el obligado tributario será el cliente o receptor del bien o servicio y la administración tributaria podrá comprobar si han ingresado el IVA o si lo ha deducido sin haberlo ingresado.

Para la PMcM, esta solución tendría una incidencia inmediata sobre la liquidez de los proveedores, que no se verán obligados a anticipar un IVA no cobrado. Además, añade que contribuirá a la reducción de los plazos de pago y del número de impagados, ya que el cliente preferirá adelantar el pago a tener que devolver a la Agencia Tributaria un IVA incorrectamente desgravado.

Según datos de la Plataforma contra la Morosidad, pymes y autónomos pagan 800 millones de euros en concepto de IVA de facturas que aún no han cobrado y que pueden que no cobren nunca. Además, señala que el Consejo Europeo ya se pronunció sobre esta realidad el pasado mes de julio mediante la aprobación de una directiva que permite a los estados autorizar que el IVA se declare con arreglo a un régimen de contabilidad de caja, que permita al proveedor abonar el impuesto una vez se reciba el pago.