El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha clausurado la última jornada del seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) "La reforma de las pensiones en España", acompañado de Juan Manuel Eguiagaray, presidente del Grupo Consultivo de Reflexión sobre Políticas Públicas, auspiciado por la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA).

La presente edición ha tenido un carácter marcadamente económico y técnico y ha coincidido con la reforma de las pensiones. "Hace un año, una reforma de este calado parecía imposible", resaltó el secretario de Estado, y ha señalado que los analistas así lo manifestaban. "Hoy, el Parlamento ha hecho suyo el acuerdo con los agentes sociales y ha mejorado el texto en el trámite, se han ido ganando adhesiones, sin perder lo esencial de la propuesta del Gobierno", enfatizó.

Granado ha destacado que el texto legislativo "aporta certeza en un momento de alta inestabilidad y tendrá mayor trascendencia para millones de ciudadanos que cualquier modificación legislativa llevada a cabo en esta y anteriores legislaturas".

Aseguró que "no es una reforma para la crisis sino para adaptar el sistema de pensiones al envejecimiento de la población". La reforma se hace pensando en 2025-2027 que será cuando se desarrolle el factor de sostenibilidad que garantizará el sistema. "Esperamos, que en el futuro, nuestros sucesores en la gestión tengan un sistema absolutamente solvente"´, concluyó.

Balance

Octavio Granado hizo balance de los seminarios realizados en la UIMP en los ocho años en los que ha sido responsable de la Seguridad Social. En 2004, ha recordado, el modelo de curso era muy diferente, con un diseño "muy administrativo y unidireccional". Se ha ido implantando progresivamente una coordinación surgida del mundo académico. "Especialistas nacionales e internacionales de todos los ámbitos han debatido sobre los problemas de la Seguridad Social", explicó.

Dado que los ciudadanos confían al sistema sus aportaciones, "deben recibir una certeza de transparencia, solvencia y buena gestión del sistema", continuó el secretario de Estado. Esto exige un esfuerzo por progresar en el debate y la discusión técnica, que aproxime la Seguridad Social a este objetivo.

Sobre la propuesta de un modelo de cuentas personales realizada por Juan Manuel Eguiagaray, Granado afirmó que para ello se precisa, entre otras cuestiones, un sistema de cotización más homogéneo que el actual.

Eguiagaray en su ponencia defendió que el sistema de pensiones ha de ser equitativo, flexible y adaptable, claro y transparente, solidario –no se discute el sistema de reparto- y que coloque en primer plano de decisión la responsabilidad personal. Para ello, el grupo de reflexión que preside manifiesta su apoyo a la actual reforma y propone "para el futuro" la posibilidad de evolucionar hacia un modelo basado en cuentas personales –técnicamente, cuentas nocionales- al estilo del que ya existe en Suecia.

En este modelo cada ciudadano "a medida que pasa el tiempo, sabe cual es la expectativa razonable de su pensión en función de lo aportado".

Según Eguiagaray, el modelo de cuentas personales, que es un modelo de reparto, se puede combinar con el impulso a un sistema de capitalización, "se trata de complementar el sistema de reparto, en ningún caso de sustituirlo".