Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) estiman que el aumento del paro en 691.800 personas en 2012, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), ha supuesto una pérdida de ingresos para las arcas públicas de 1.800 millones de euros por la menor recaudación del IRPF.
Así, por cada nuevo desempleado, la base imponible del IRPF que se perdió alcanzó los 15.161 euros, como consecuencia de la pérdida de sueldos, que se compensó sólo parcialmente con la prestación por desempleo.
Un año antes, en 2011, el impacto del aumento del paro en 577.000 personas provocó que Hacienda dejara de ingresar 1.503 millones de euros, equivalentes a unas bases imponibles de 8.748 millones de euros.
Los Técnicos de Hacienda consideran estas estimaciones "muy prudentes", ya que para su elaboración se ha partido de la media de las retribuciones de los trabajadores, por lo que los despidos de empleados más veteranos representan una caída de ingresos aún mayor. Además, el cálculo tampoco recoge la pérdida recaudatoria de los desempleados que agotaron su prestación a lo largo del pasado año.
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