Del total de la recaudación española por este tipo de tributos, el 82% corresponde a impuestos sobre energía y el 17% a impuestos sobre el transporte.

Únicamente Bélgica y Francia recaudan menos que España por impuestos ‘verdes’, con poco más del 4% sobre la recaudación fiscal total (4,7% en el caso de Bélgica y 4,2% en el de Francia).

Los impuestos medioambientales (sobre energía, transporte, contaminación y utilización de materias primas) suponen, en promedio, el 6,2% del conjunto de ingresos fiscales de la UE-27.

Del total de los impuestos ‘verdes’ recaudados, el 75% son tributos sobre energía (carbón, productos petrolíferos, gas natural y electricidad), mientras que el 21% son impuestos sobre el uso de vehículos de motor y el 4% restante gravan la contaminación y la extracción de materias primas.

Los países en los que los impuestos medioambientales tienen un mayor peso dentro de los ingresos fiscales totales están liderados por Bulgaria (10,7%) y Países Bajos (10,3%).

A éstos les siguen Eslovenia y Malta, donde más del 9% de los ingresos fiscales proceden de impuestos ‘verdes’; Letonia, Estonia, Dinamarca, Chipre y Polonia (más del 8%); Portugal, Grecia, Rumanía, Reino Unido, República Checa y Hungría (entre el 7% y el 8%), y Lituania, Eslovaquia, Finlandia, Luxemburgo, Italia y Suecia (del 6% al 7%).

En la banda del 5%, además de España, se encuentran Alemania y Austria, donde el 5,8% y el 5,6% de los ingresos fiscales totales son aportados por los impuestos medioambientales.