Se trata de una iniciativa firmada por todos los grupos parlamentarios, a los que el presidente José Bono había sondeado previamente para cerrar un texto de consenso, que se tramitó en julio por la vía de urgencia en menos de una semana.

En febrero, cuando Bono solicitó propuestas sobre los complementos de pensión, las incompatibilidades de los parlamentarios y la publicidad de las declaraciones de bienes, el PP ya le pidió también añadir un estudio sobre las bajas de los parlamentarios.

El pasado 25 de febrero, el Congreso aprobó una proposición no de ley emplazando a estudiar fórmulas para compatibilizar los permisos de maternidad o paternidad y las situaciones de baja por enfermedad grave con el ejercicio de las funciones parlamentarias. Habida cuenta de que la legalidad vigente deja claro que el voto de los parlamentarios es personal e indelegable, por lo que no cabe la sustitución, aunque fuera temporal, la alternativa más viable apuntaba a aprovechar el desarrollo tecnológico y las vías telemáticas.

Fue el pasado 30 de junio cuando Bono propuso a los grupos parlamentarios una reforma de los artículos 79 y 82 del Reglamento del Congreso para autorizar el voto telemático en votaciones de sesión plenaria en supuestos de embarazo, bajas de maternidad o paternidad, y enfermedad grave.

VERIFICACIÓN PERSONAL ANTE LA MESA

La reforma precisa que los que vayan a votar desde casa, deberán solicitarlo previamente a la Mesa del Congreso especificando las votaciones y el periodo de tiempo en que recurrirá a esta fórmula.

A partir de ahí, el órgano de gobierno de la Cámara deberá autorizar expresamente ese voto no presencial y diseñará un sistema para que, antes de la votación, el diputado en cuestión verifique personalmente su intención de ejercer el voto a distancia.

La fórmula recabó desde el primer momento el visto bueno de formaciones catalanas como Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV), pues entienden que se trata de un método similar al que ya se aplica en el Parlament.